jueves, 22 de diciembre de 2011

Masaje Tailandes

Miento si digo que fue un masaje para relajarme. No me saque la remera y Lady-Thai ya estaba acostándome en la cama. Le dije que quería strong (lo cual en pocos segundos voy a arrepentirme). Me puso una toalla sobre la espalda y trepo a la cama y empezó a hacer su gracia. Mi relación con lady-Thai fue algo así como amor-odio-más odio-amor. El primer amor nació cuando empezó los masajes por la espalda y cuello (lugar preferido por excelencia). Previo al masaje habíamos hecho un mini trecking por lo que mis gemelos estaban algo fatigados y el cuello y espalda super contracturados post tanta mochila. Esta mini-mujer no pareció darle importancia y metió mano codo y pie en musculo que encontró. Hoy entendí que full body massage no sólo significa que iba a masajear todo mi cuerpo, sino que Lady-Thai usaría todo el suyo para hacerlo. El odio empezó cuando sus codos se encontraron con mis muslos. My god! Yo estoy pagando para esto? Mis músculos cansados tienen que bancarse el peso de esta mujer… yo ni mu… solo quiero que haga presión en algún otro lado que no sea exactamente donde está haciéndola. La etapa odio fue dura. Transitó ambas piernas y finalmente llegó la hora de la rotación, que alivio! (o eso pensé…). Lady Thai no tenía intenciones de dejar a mis piernitas descansar así que comenzó a doblarlas cual si no hubiera huesos dando lugar a la etapa “más odio”. Ojo! No es que lo que hacía no era super productivo para mi cuerpo… me estiro los músculos, pero a quien le gusta elongar post actividad física? Mmm…. Por suerte, etapa piernas quedó atrás y dio lugar al amor. Lady-thai se sentó en la cabecera de la cama y me dijo que apoyará mi cabeza sobre sus piernas. Me cuesta describir la posición. Como si alguien se recostará sobre una persona sentada y esta la hace mimos en la cabeza… bueno así es como volvió a la zona cuello-cabeza-hombros. La posición me pareció maternal y tuve un repentino amor hacia mi masajista. El auge del amor fue el fin del masaje cuando me hizo sentarme y con movimientos toscos y duros hizo que me suene cada una de las vertebras de mi cuerpo. Que placer!!!

Uf… me cuesta abrir los ojos. Casi a modo de rutina post-masaje hago el chiste “ahora me quedo a dormir acá, no?” se ríe. Tras un Kop Khun Kah me despido de Lady-Thai y me tambaleo hasta el hotel donde duermo una casi siesta (no sé si me dormí o solo me recosté).


2 comentarios:

  1. Yo quiero!!!!!!!!!!porfi traeme de regalo a Lady-thai....
    Besos mami

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  2. jajajjajajajajajajja sos lo mas!!! se entendio perfecto jaja

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